Desde los comienzos de los tiempos, nuestros mentores -los hermanos mayores del espacio-, han estado con nosotros alentándonos, mostrándonos el camino. Pero ciegos a cualquier intento de hacer contacto con nuevas alternativas, ignoramos dichos paradigmas, y hemos continuado con las viejas prácticas de enriquecer nuestras arcas a la vez que ensuciando el medio, sin ni siquiera dar importancia a la continuidad del legado humano que crece como es propio en la naturaleza misma. Esto conlleva a que se multipliquen los problemas que hoy se enfrenta la humanidad.
Pero a veces, obviamos no darnos cuenta de las cosas tomando el camino mas fácil y cómodo, el de la complacencia, mirando hacia otro lado sin querer ver más allá de nuestras posibilidades. Pero los remedios a los problemas vienen por la vía de percepción sutil, porque el ser humano se sutiliza y fusiona en la energía del cosmos reflejando dicha mutación en el interior de nuestras células. Prueba de ello es que, nuestros hermanos mayores lo saben. Y sin embargo confían en nosotros. ¿Acaso se iban a molestar en realizar la cantidad de dibujos sobre las cosechas con formas y estructuras complejas para solamente decir que están ahí?. No. La idea va mucho mas allá de nuestra comprensión, porque creemos no estar a la altura. Sin embargo, esto no es nuevo para nosotros. En el pasado, hemos descifrado códigos de lo más enrevesado, con lenguajes y símbolos que creíamos no tener solución. Hasta que llega alguien y los soluciona. Siempre ha sido así.
En el 2008-2009, los dibujos se basaban en círculos y representaciones de los movimientos del planeta Tierra alrededor del sol. Mostrándonos en tres dimensiones que no siempre son lineales tales movimientos, sino que, parece ser, que hay una leve
inclinación del eje central por el paso de cada solsticio de invierno. A mi entender, creo que somos los responsables del comportamiento del planeta y de alguna manera, de las medidas y prevenciones que -como ser vivo-, tome, para defensa de las agresiones externas al que está sometido.
inclinación del eje central por el paso de cada solsticio de invierno. A mi entender, creo que somos los responsables del comportamiento del planeta y de alguna manera, de las medidas y prevenciones que -como ser vivo-, tome, para defensa de las agresiones externas al que está sometido.
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En muchas ocasiones se nos muestra algo en su doble versión, es decir, es como si se nos dijeran: Esto es así, cuando debería ser así. Por ello, que nuestro esfuerzo y esmero lo tenemos que ubicar más allá de nuestras limitaciones. Es otra forma de interpretar, pero que si funciona, tal vez, hayamos dado con la clave que se oculta detrás de dichos mensajes.
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