Jimmy Page
La afición que tengo por la guitarra, viene desde mi adolescencia, cuando escuchaba a los grandes del rock como Led Zeppelin, Deep Purple, Jimmy Hendrix, etc. La primera banda que escuché fue Led Zeppelin, y antes de cumplir los quince años, ya estaba ahorrando para comprarme una guitarra con las pequeñas tareas que realizaba los sábados por la mañana en la agencia de viajes de mi tío. La afición a la guitarra me ha llevado a nuestros días, y todavía disfruto de la música, lo cual es un placer y todo un privilegio que no dejo de agradecer. Ciertamente, no concebiría estos tiempos que vivimos sin la música y su evolución. Todavía hoy me fascina tocar rock, como muestro en la demo de mi página web. Pero a pesar de los pesares no todo es descontrol, sexo y drogas como nos ha intentado vender la industria de la música en nuestros días, ya sea por influencia directa de los miembros de una banda o no. Lo que desconocía, es que mi ídolo de aquellos años: Jimmy Page, me llevaría a conocer a su propio ídolo: Aleister Crowley.
Es cierto que no son buenas las idolatrías, y que deberíamos evitarlas, al igual que el uso y, mucho menos, excesos sobre el sexo o las drogas. Pero en este caso, las idolatrías se mezclan con una especie de peculiares sincronizidades, dando por resultado lo obvio. He de admitir que nunca me interesó ni la Magia Negra, ni los rituales, ni nada que tenga que ver con estas cosas. Lo que me ha llevado a conocer a las fuerzas de la materialidad, ha sido, a través de las canalizaciones. Pero hay que conocer al enemigo para vencerlo. Hay que saber, que es por medio de los sentidos que estas fuerzas nos someten y actúan y que, nadie está salvo de tal sometimiento en esta Tierra. Que es por medio de la práctica de la meditación, conocer nuestro pasado de la sabiduría arcana y comprender el papel que desempeñamos. Sólo así estaremos preparados para utilizar el amor, entendido éste como vibración, que llena, nos inunda y nos traspasa, reflejándose en el exterior.
Aleister Crowley (1875-1947) se consideraba, sencillamente como un Mago. Viajó por muchos lugares, visitó Egipto, estuvo en El Cairo donde pudo recabar en Horus y la sabiduría arcana de Thoth. De hecho, diseñó su propio Tarot. Era pues un hombre polifacético. Y la verdad, un hombre de mirada profunda. No creo que quisiera dejar una doctrina, ni mucho meno una religión. De hecho, su doctrina era la de "Haz tu Voluntad". Sencilla y llanamente. Es por ello, la importancia de comprender lo equivocados que estamos, al confundir y perseguir estos ritos como si se tratase de algo macabro, mas propio de la época del medievo que de nuestros días. Él se empeño en demostrar que ninguna religión mundial está adecuada a reflejar la verdad de lo trascendental, de lo realmente Divino y práctico a la vez. Porque sencillamente, nuestra religión está en nuestro interior, en cada uno de nosotros, que a la vez, formamos un Todo. Es por ello, que no hay que confundir conciencia colectiva -memoria akásica-, con la masa crítica. Son dos cosas completamente opuestas. La conciencia, va más allá de la mente y de lo transpersonal, está vinculada a nuestra percepción, sometida y limitada por el tiempo y el espacio, pero unida a lo largo y ancho del planeta:
"En un principio influyeron en nuestro mundo los tres primeros signos zodiacales: Aries, Tauro y Géminis. A media que el hombre iba evolucionando, fueron entrando en conjunción y emitiendo su debida armonía el resto de signos que hoy en día conocemos."
Extraído del prólogo de Hulupa D´hära I.
La inteligencia es personal. Hay una memoria personal y una memoria colectiva pero está todo relacionado y no hay un ápice sin que nuestros Maestros y Seres que forman la Fraternidad y la Hermandad Blanca hayan dejado al azar. Todo está bien. Todo forma parte de un orden que, en ocasiones, se escapa a nuestra limitada comprensión.
Como dije anteriormente, supe de Thoth, a través de la lectura de EL SER UNO. Como dije en un anterior artículo, leí el primer libro digital, cuando estuve en el hospital y ya había terminado el cuarto libro de la saga Hulupa D´hära cuando por esa real sincronicidad, me maravilló el saber que las canalizaciones no son al azar, que todo, realmente todo, está sincronizado. Nuestros Hermanos Mayores, saben bien que el Tiempo del No-Tiempo ha llegado. Que es el momento de saber y conocer la verdad de nuestro pasado.
Todas las cartas del Tarot tienen una sincronía con los libros e historias que iba canalizando. Mi Guía nunca mencionó que se trataba de la sabiduría arcana. Eso lo he ido descubriendo a medida que los iba escribiendo. Deduzco que sabía que tarde o temprano, iba a dar con Thoth.
Aquí vemos cómo detrás de cada carta refleja una historia, un cuento del sistema local.
1. El Mago. (Aries).
2. La Papisa. (Tauro).
3. La Emperatriz. (Géminis).
4. El Emperador. (Cáncer).
5. El Hirofante. (Leo).
6. Los Enamorados. (Virgo).
Cuando terminó la I Guerra Mundial, Aleister Crowley se fue a vivir a Sicilia motivado por un lugar con un nombre un tanto peculiar: Cefalú. En la cumbre de la montaña había un Templo dedicado al culto al agua. Uno de los pocos lugares donde se dedican a los Misterios de Eleusis. Y fue la tradición griega quienes realizaban ritos de iniciación. Tal vez, por ello, los ritos los son encabezados desde la letanía de los días por un Mago. Recordemos que los ritos y costumbres los hace el hombre. Todo ello forma una tradición, una cultura, etc. Tales costumbres nos pueden ayudar o no. Algunos monjes del Tibet apuntan a que el vicio es la virtud mal empleada, y que el uso correcto de la conciencia despierta hace someter a las costumbres por medio de los sentidos.
Al lugar donde Crowley se instaló, la llamó la abadía de Thelema. Para los que hayáis leído el libro quinto, sabréis que el planeta donde se desarrolla la escena se le conoce como Télesus. ¿Coincidencia o sincronizidad?. Juzgar por vosotros mismos. Habría que destacar que en el interior del dormitorio de Crowlin, habían dibujos realizados por él mismo, en las paredes de dicho dormitorio, éstas eran un tanto siniestras. Pero en donde se puede apreciar caras de las cuatro razas que forman la raza humana, también letras y simbología que parece dar a entender que captaba en sus canalizaciones, algo de lo que ahora es ya una realidad, al igual que el sígno Cáncer, y su vinculación al ritual al agua que realizaban allí los griegos y su estrecha relación con la primera humanidad pobladora, proveniente de Mu. ¿Casualidad o realidad?.
Aunque Crowlin disfrutó de los placeres mundanos, me consta que no lo hizo de una forma pasional y desmedida, como parece que nos han hecho creer. Más bien, usaba la conciencia despierta en el control de drogas, así como el control del sexo y de la energía.
57. Invocar me bajo mis estrellas.El amor es la Ley,
amor bajo voluntad.
Tampoco dejo que el amor haya errores tontos, porque hay amor y amor. No es la paloma, y hay serpiente. Elegid bien. Él mi profeta ha escogido, conociendo la ley de la fortaleza, y el gran misterio de la Casa de Dios.
Todas estas letras de mi libro están como es debido. Pero la luz no es la estrella. Esto también es secreto, mi profeta lo revelará a los sabios.
Capítulo II
15. Porque yo soy perfecto, no siendo, y mi número es nueve por los tontos, pero con el justo son ocho y uno con el ocho, lo cual, es vital porque no lo soy en verdad. La Emperatriz y el Rey no son de mi, hay un secreto más.
16. Soy la Emperatriz y el Hirofante. Así once, como mi noche es once.
17. Escuchadme vosotros gente de suspirar!. Las penas del dolor y el arrepentimiento se dejan a los muertos y a los moribundos. La gente no me conoce todavía.
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