Es la última sonata que escribió el autor para violín sólo, allá por los años treinta.
Quisiera compartir una vez más, mi interpretación al violín de este primer movimiento.
Ya he escrito demasiados artículos demostrando la música como poder terapéutico. Esta vez no voy a escribir sobre ello. Pero si lo haré con referencia a la escasa visibilidad que se hace a través de los medios informáticos con aquellas personas comprometidas en lo tocante a temas trascendentales, místicos o esotéricos. El no compartir información relacionada con el proceso evolutivo con que contamos los seres humanos es un auténtico error. Y si no nos preocupamos por ello, muchos de los avances tecnológicos alcanzados al día de hoy no servirían para nada. Tampoco la lucha por la igualdad ni por los derechos fundamentales. Ni siquiera por proteger el medio. Ya que, toda evolución lleva implícito una expansión de conciencia lenta pero gradual. En este sentido se puede decir que la evolución es evolución de conciencia. El cual tiene como objetivo la participación y el esclarecimiento de la mente en la comprensión de un Plan Cósmico que, por medio del acercamiento al amor nos incluye a todos como Unidad y punto de partida del Ser como parte íntegra de ésa misma Unión.
Sin el conocimiento los seres humanos estamos perdidos... Ya se perdió hace más de cien mil años la sabiduría que Thot transmitió a sus discípulos. Y... como sucede hoy en día, los discípulos prefirieron sacar partido de lo aprendido que querer compartirlo y que se extendiera a lo largo de las generaciones. El ser humano desaprovechó la oportunidad, y con ello la misma evolución, así como su designio marcado en los astros. Consecuentemente sobrevino un cataclismo, que casi le cuesta al ser humano su propia continuidad sobre el planeta. Ese cataclismo fue conocido en la Biblia como el gran diluvio universal.
Hoy vemos como poco a poco, el clima se va cobrando su parte. El ser humano se ha vuelto egocéntrico y no valora el conocimiento. Consecuentemente, pocos son los que honran a los arboles y a la naturaleza como parte de un Todo. Y con ello. hemos convivido -con esa falta de respeto- que vemos día a día con la violencia de género y también con las generaciones más jóvenes que siempre son los que pagan los platos rotos. Lo llamamos falta de educación. Pero realmente estamos asistiendo a un declive de los mismos principios que como sociedad se ha ido desmoronando. La falta de expectativas hacia un futuro mejor agrava aún más la situación.
Cuando se ve que no es fácil encontrar la paz, sólo queda un modo de encontrarlo. Y como dice Maitreya -El Cristo; es por medio del justo compartir y por las correctas relaciones humanas.
Nunca he visto la situación actual como preludio al cataclismo mundial, sino como una oportunidad de crecer, aprendiendo juntos, dignamente, el sendero hacia la libertad, el amor y el correcto vivir y proceder.
Sobre Maitreya -El Cristo y los Maestros de la Sabiduría:
La humanidad está realmente atravesando una gran crisis espiritual, pero esta crisis está enfocada a través de los campos político y económico, y sólo puede resolverse en estos campos. Si no podemos resolverla ahí destruiremos toda vida en el planeta. Compartir los recursos del mundo es una decisión espiritual; crear democracia en una nación es una decisión moral, espiritual: necesitamos separar la moralidad de la creencia religiosa y colocarla ahí donde realmente le pertenece - en la espiritualidad misma. (Benjamín Creme, La Misión de Maitreya, Tomo III).
https://www.share-es.org/revista-share-internacional-noviembre-2021/
No hay comentarios:
Publicar un comentario