Significado:

"Ahora mismo, el ser humano, debe hacer un gran esfuerzo en comprender y aceptar los fundamentos por el cual, la energía sigue su propio proceso; el proceso del pensamiento. Pues como ya hemos visto, parece ser, que no solamente la Tierra es una escuela en donde nosotros vivimos, sino que, además, es la galaxia el lugar por el cual, los seres que procesan dimensiones perfectas, aprenden y se desarrollan, investigan, viven, aman, mueren y se transforman, intentando adaptar su forma física a mayores y mejores formas por donde la luz, se pueda manifestar cada vez con menores inconvenientes".


Hulupa D´hära VI. Adhams y la doncella.

Los libros Hulupa D´hära, son el producto de la canalización telepática a través de las Huestes del Plano de la Luz, en colaboración con la Fraternidad o Confederación Cósmica y Universal. Su difusión debe ser gratuita, ya que, nos pertenece a todos por derecho de nacimiento.

Estas seis historias, nos corresponden como legado mismo, habiéndose perdido su singladura a través de los tiempos. Para entender el conocimiento que nuestros Hermanos del espacio nos quieren transmitir, deben ser leídas ordenadamente.

Así mismo, quedan reservados los derechos al autor de la obra.

jueves, 15 de diciembre de 2011

      
   La información de nuestro pasado ha sido recuperada gracias a la alta calidad de vibración que hemos sabido mantener. Esta vibración energética, se irá incrementando paulatinamente con el paso del tiempo. 
     Quien no la haya alcanzado, y/o quiera conocer mas sobre nuestro legado extraplanetario, puede comenzar el proceso leyendo desde el primer libro hasta el último, que estará terminado dentro de un par de meses. La lectura debe ser por orden, para que el proceso de conocimiento, activación, apertura del portal interno, transmutación, sabiduría y sanación; se cumpla, debe llevar este orden. Están canalizados gracias a la intervención de voluntarios que trabajan desde otra dimensión y pertenecen a la Fraternidad Cósmica o Hermandad Blanca. Nosotros los llamamos Guías o Maestros. 

   Es por ello, que esta información debe ser difundida de forma gratuita, ya que, pertenece a toda la humanidad. Si alguien pretendiere beneficiarse o comercializar dichos documentos, incurriría en su propio desarrollo kármico. Ello conllevaría ser sometido a un proceso relativo a la manipulación y orientación educacional de éste período evolutivo. Los señores del karma se encargarían de ello. Nada puedo hacer, ni me responsabilizo de ello.

   Por otro lado, agradezco a aquellos que quieran difundir este blog. Pues los libros no se pueden difundir arbitrariamente, ya que, todo tiene que seguir su propio orden para que su lectura sea efectiva.

   Con todo ello se espera que quien los lea, se pueda beneficiar recordando vidas y secuencias de su propio pasado y el alineamiento y reconexión con el cosmos, dándonos la oportunidad de seguir evolucionando y no caer en las adversidades de nuestras propias acciones.

   Recordad que todos somos maestros y aprendices. 


                                                                    Swang


lunes, 5 de diciembre de 2011

2012. ¿Renovarse o morir?.

   Haciendo honor a esta página, he de decir, y que, además, se ha demostrado astrológicamente, que la punta de la flecha de Sagitario, apuntaba al centro de la galaxia hace 14.000 años a.C.Y es que, cuando nuestros Guías me dieron el nombre: Hulupa D´hära, "la flecha afilada y dirigida a Nuestros Orígenes". No relacionaba esta celebridad con la idea de que dicha conexión fuese verdadera. Como mucho lo podría intuir. .  
   De igual manera, me gustaría celebrar este circunstancial dato y su estrecha relación con el 2012 y con la entrada a la Era de Acuario. 
     
   Hace 16.000 años que la punta de la flecha de Sagitario apuntaba al centro de la galaxia y como ya muchos sabemos, hay un gran agujero negro en su centro. Mas conocido como un "quásar". Un paso a otra latitud, en donde se percibe una enorme efecto magnético desde su centro. Ahora bien, numerológicamente, coincide los 16.000 años, con la primera venida de Cristo y con el nacimiento de Jesús. También con la llegada de la estrella de Belén. Lógicamente, hemos añadido esos 2000 años hasta nuestros días. Pero si dividimos 16 entre 2, nos daría 8. Que es el número de la plenitud, del infinito. También el número del Cristo. Es, en definitiva; el número del cambio.
   Si multiplicamos el 16.000 por dos, nos daría 32.000, que es el número de un ciclo cósmico, Por ejemplo, los Mayas ya tenían esta nomenclatura cuando se contaba por bakunes. 
    
   La conclusión que llego a todo este tipo de causalidades es que, le toca al hombre, por sí mismo, y por voluntad propia el que dé ese cambio requerido hacia la acción espiritual.

   El compromiso del cambio.

  Todo cambio conlleva un compromiso. Como ya sabéis, en éste cambio de ciclo, tenemos las oportunidades energéticas propicias para el acercamiento y sistemático progreso espiritual que sustancialmente, podemos apreciar en nuestras vidas. Es una suerte que vivamos en éste cambio que se da cada 32.000 años de poder subir al tren cósmico y reservar nuestro billete en él. Que nos llevará de viaje a unas condiciones de vida mejores y más favorables para todos sus viajeros. No perdamos la oportunidad. No perdamos el tren. 
  Es una lástima que a pleno cambio de ciclo, a las puertas de la Nueva Era y en medio de un sistemático cambio, así como una precisa venida del Cristo, todavía, hayan personas que mueran en el nombre de la libertad. Que otros tantos, mueran de inanición. Que todavía hayan personas que nos limiten y que nos impongan la tiranía del sometimiento, ya sea, a un vecino, a una comunidad, a una nación o a un grupo de naciones. Cualquier cosa que cause separatividad, debe de ser desechado de la sociedad, porque como también dice Maitreya -El Cristo, este tipo de prácticas ya no pertenecen al hombre actual. Y es cierto, pues, el hombre actual, busca mejores condiciones de vida para todos. Mejores servicios y factores que nos lleven al cambio y a no quedar limitados al sometimiento y esclavitud de otros hermanos. De otros iguales. También debo decir a éste respecto que, aunque El Cristo mismo esté en la tierra, Él no ha venido a reinar, sino a mostrarnos el camino. De igual modo, tampoco busca ni quiere seguidores, sino que la verdad sea compartida y aceptada por todos. Pues la verdad, está en nuestros corazones y en nuestras mentes.

   El hombre debe cambiar o morir. No hay más realidad para el hombre de hoy. Si no somos capaces de aceptar estas sencillas premisas como verdades fundamentales, nada podremos hacer. Pues es el hombre mismo quien debe cambiar, ya que, la tierra lleva su propio camino, ella se beneficia si nosotros nos sanamos. Lo mismo ocurre en el universo, todo lleva su propio camino. La naturaleza, no se aferra a nada, sólo el hombre es capaz de aferrarse a sus propias costumbres. Pero las costumbres deben cambiar, porque el medio cambia y también lo hace el cosmos. 

   No perdamos esta oportunidad única de subirnos al tren cósmico. De volver a amar y a sonreír junto con nuestros hermanos y hermanas.