Significado:

"Ahora mismo, el ser humano, debe hacer un gran esfuerzo en comprender y aceptar los fundamentos por el cual, la energía sigue su propio proceso; el proceso del pensamiento. Pues como ya hemos visto, parece ser, que no solamente la Tierra es una escuela en donde nosotros vivimos, sino que, además, es la galaxia el lugar por el cual, los seres que procesan dimensiones perfectas, aprenden y se desarrollan, investigan, viven, aman, mueren y se transforman, intentando adaptar su forma física a mayores y mejores formas por donde la luz, se pueda manifestar cada vez con menores inconvenientes".


Hulupa D´hära VI. Adhams y la doncella.

Los libros Hulupa D´hära, son el producto de la canalización telepática a través de las Huestes del Plano de la Luz, en colaboración con la Fraternidad o Confederación Cósmica y Universal. Su difusión debe ser gratuita, ya que, nos pertenece a todos por derecho de nacimiento.

Estas seis historias, nos corresponden como legado mismo, habiéndose perdido su singladura a través de los tiempos. Para entender el conocimiento que nuestros Hermanos del espacio nos quieren transmitir, deben ser leídas ordenadamente.

Así mismo, quedan reservados los derechos al autor de la obra.

martes, 30 de septiembre de 2014

Es hora de ponerse en marcha.


Mucho es ya lo divulgado. De hecho, no contaba con realizar un solo artículo más en esta sección. Pero ciertamente, cuanto más es la separación percibida es este medio, más es el intento por dar a conocer mis trabajos y consecuentemente, más verdad hay en ello. Pues los medios sólo tratan de ocultar aquello que les es molesto, potenciando lo absurdo y persiguiendo aquello que hace pensar a la población...

De hecho, no voy a dar mas indicios sobre la verdad de la información transmitida en mis libros, sino de las pruebas que están acompañando a los acontecimientos. Unos acontecimientos que nuestros hermanos mayores ya me transmitieron hace muchos años que se iban a dar como algo excepcional: "Ocurrirán acontecimientos y pasaran cosas que marcarán hitos en la historia". Y así ha sido. Hasta tal punto, que la historia ha de ser reescrita, prácticamente en su totalidad.

Prueba de ello es, por ejemplo los hallazgos en Bosnia o en el lago Titicaca.  


Nuestra, es la responsabilidad de conocernos a nosotros mismos. No solamente lo que ocurrió o cuales fueron los acontecimientos que acontecieron a que llegásemos en la actualidad a ser una raza alejada del cosmos, perdida y sin rumbo. Pues sin esa responsabilidad no hubiéramos llegado a ser realmente conscientes de la propia supervivencia, de lo que conlleva la superación personal, del papel que jugamos en la sociedad y el valor a formar familias que garanticen la procreación de la especie humana sobre el planeta.

Sin embargo, nos falta el convencimiento necesario para continuar por la senda del valor, del amor y de la verdad. Todo tiene una explicación lógica y significativa. Nada es al azar. Pero lo fácil es huir de la verdad, simplemente porque la verdad no vende, no interesa y no representa nada.

Solamente el que tiene el corazón puro y la mente limpia entiende la necesidad de la verdad y lo valora como lo que es: el pilar en donde la libertad es puesta en marcha, no como un modelo, sino como respuesta a la naturaleza misma del desarrollo del alma. Pues llega un momento que la confusión que vivimos es tal, que creemos que la libertad es peligrosa, amenazante y perjudicial para la salud.

Cuando hablamos del Amor, los hay que lo confunden con el sexo, cuando hablamos de conexiones interdimensionales, nos miran como si fuésemos monos de laboratorio, y cuando hablamos de capacidades písquicas, las cuales todos tenemos, nos tildan de chiflados, magnates o pertenecientes a alguna extraña secta. No, no estamos viviendo al final de la década de los setenta, pero la conciencia general suele ser cómoda, maleable y le falta personalidad.

Cuando vivamos en la verdad, viviremos en la luz. Viviremos con la satisfacción de sentirnos realzados en relación a nuestras propias virtudes. Sentiremos el alma como un Todo. Al Amor, como el vínculo fraternal que nos une a la vida. Y a la vida, como una consecuencia de oportunidades interconectadas entre sí.

La falta de todo esto, provoca la pérdida, no solamente la pérdida física, sino, también, la pérdida de valores. Pues los caminos no existen, nosotros somos el camino y si no confiamos en nosotros mismos, estaremos perdidos y nunca podremos confiar en nuestros hermanos que nos acompañan en el camino, hasta dudaremos de ellos y eso es lo que está ocurriendo.

No estamos aquí para que nos encontréis los defectos, sino para que juntos, podamos continuar el sendero hacia nuestros orígenes. Pues incluso, hasta para criticar, es necesario verse reflejado en el ojo del hermano, y no para sacar una viga del mismo, sino para ser comprensivos. Hasta para ser hermanos hay que aprender.
Y cuando ni siquiera te tienen en cuenta, quiero ello decir, que la confusión que se vive es tal, que es necesario replantearse la situación para volver a confiar en nosotros mismos. Pues hasta creyéndonos ir demasiado lejos, no hemos más que abierto la caja de Pandora para que los vientos que expulsamos nos sirvan para que nos muestren el camino, pues no hay mal que por bien no venga. Y cuando más perdido crees estar, quiere ello decir, que más cerca estás de encontrar la salida. Confía y todo irá bien.

El sendero a Nuestros Orígenes clama por aquél que tiene el corazón puro y las manos limpias. Para ello, es necesario sentir con la cabeza y pensar con el corazón.