Justo hace un año, publiqué un artículo haciendo referencia al último crop circle de la temporada 2022 de los famosos círculos de las cosechas que aparecen todos las campañas de verano en Gran Bretaña. Y ahí os dejo el link:
http://flechaafilada.blogspot.com/2022/11/el-ultimo-crop-circle-de-esta-temporada.html
Este año también ha habido campaña. Pero desgraciadamente, cada verano se imprimen en los suelos de los campos de cereales en Gran Bretaña menos círculos, dibujos, gráficos o como los queráis llamar. Eso es debido a la escasez de los medios de comunicación en ignorar o desacreditar dicha información por un lado, y la ignorancia o desánimo de la población por otro. Pero aún así, fieles a su cometido como se van manifestando desde la edad media, los círculos aparecen otro año más para los curiosos que con expectativa y amor en sus corazones acuden a la llamada
De hecho, no he hecho referencia a ningún circulo de esta campaña, porque ya no veo de utilidad -ya no publicar hablando del tema-, sino el hecho de hacerlo; el seguir haciéndolo cuando las condiciones en las que me muevo en la red de redes, se hace cada vez mas irrelevantes. Francamente llega a ser vergonzoso para los que hemos visto objetos que no son de este mundo, muestras, señales y percepciones ultradimensionales obtener un mínimo -ya de no de audiencia-, sino de respeto a un tema que es tan serio y trascendental como la vida misma.
Y en esto último me voy a centrar el resto del artículo. Ya que, indigna enormemente al ser humano la falta de visibilidad, empatía y objetividad con que contamos aquellos que hemos sido testigos de esa otra realidad porque esa otra realidad a todos nos aguarda. Y lo que unos pueden experimentar en un momento dado, otros lo pueden experimentar igualmente. Y a este respecto kármicamente nos estamos cargando el hecho trascendental de vivenciar una serie de experiencias que en realidad forman parte de la vida misma. Acaso: ¿Pregunta el sol si tiene que ponerse? ¿O las estrellas preguntan si tienen que salir?.
Como la flecha afilada y dirigida a nuestros orígenes. Seis historias que narran a modo de cuentos cómo llegamos aquí, el origen de la humanidad, el camino que las fuerzas del mundo tenebroso hicieron a lo largo de la galaxia hasta llegar aquí. Su aprendizaje y experiencia con la humanidad. Todo ello, hace más de mil millones de años. Una historia perdida tras el velo de la noche de los tiempos y recuperada hoy, gracias al contacto de transcomunicación que este servidor que os escribe lleva efectuando desde antes del año dos mil.
El contenido se perdió. Pero el legado perduró hasta nuestros días. Oculto en la cadena del ADN, se halla toda información que sea requerida salga a la luz. Pero nosotros no lo podemos hacer por nosotros mismos. Son nuestros Hermanos Mayores, los que conectan la clave necesaria para leer nuestro legado a través nuestro con nuestro consentimiento. Por supuesto. Si no fuera así, tampoco lo harían. No tenemos nada que reprocharles, porque ellos no se equivocan. Saben muy bien lo que hacen y con quien darse a conocer, sin derrochar demasiada energía, sino más bien con la justa y necesaria. Siempre ha sido así... Que experimentan con nosotros... Quizá lo hagan. Pero eso no es lo importante, sino "tú", como ser humano, la sabiduría que extraigas con ello. Eso es lo importante.
Igualmente, como constancia de las seis famosas historias que, como legado, nos pertenece por derecho de nacimiento, surgieron las osas mayor y menor, unidas por la estrella polar. En donde se observa la importancia de recordatorio sobres las tres primeras historias. Ya que, con cada nuevo nacimiento, se nos borra de la memoria todo vínculo con el pasado. De las tres primeras historias surgen las siguientes cuatro historias, implicando a la humanidad en este singular viaje en donde nos ha tocado ir descubriendo la raíz de aquello que conocemos como mal, para llegar a hacer que el bien reine. Es como traer el reino del cielo a la tierra. Y a esa llamada, nuestro corazón se estremece. Como seres humanos, es nuestra obligación buscar las respuestas y cerrar definitivamente el cerco a nuestra única esperanza de unión, amor y fraternidad entre nosotros y aquello que llamamos Dios.
No solamente tenemos el recordatorio de las Osas mayor y menor, sino es que, además, los doce signos del zodiaco se fueron formando progresivamente en apoyo y colación de lo que allí sucedió. Es decir, a raíz de los cuentos del sistema local Hulupa D´hära, durante los mil millones de años que ha transcurrido desde la formación de nuestro planeta en este sistema solar. Es que, a parte de los doce signos y como muestra de que el Universo siempre está en movimiento, en expansión; ha surgido un signo más. Podríamos decir hoy en día, que ya no son doce los signos, sino que, estaríamos hablando de trece con Ofiuco como último signo descubierto en 2011, saltando la noticia a los medios de comunicación. ¿Sería este nuevo signo que ha venido como extra, a la nueva venida del Cristo y de los Maestros de la Sabiduría para inaugurar los nuevos tiempos?. Y si fuera así: ¿Qué papel estamos haciendo nosotros en estos tiempos tan cruciales?. ¿Estaríamos siendo un buen ejemplo para aquellos que ya están aquí y aquellos que han de venir?. Reflexionen.
Para mas información sobre los crop circles: temporarytemples.co.uk
Los Guías en la Tierra: share-es.org