Significado:

"Ahora mismo, el ser humano, debe hacer un gran esfuerzo en comprender y aceptar los fundamentos por el cual, la energía sigue su propio proceso; el proceso del pensamiento. Pues como ya hemos visto, parece ser, que no solamente la Tierra es una escuela en donde nosotros vivimos, sino que, además, es la galaxia el lugar por el cual, los seres que procesan dimensiones perfectas, aprenden y se desarrollan, investigan, viven, aman, mueren y se transforman, intentando adaptar su forma física a mayores y mejores formas por donde la luz, se pueda manifestar cada vez con menores inconvenientes".


Hulupa D´hära VI. Adhams y la doncella.

Los libros Hulupa D´hära, son el producto de la canalización telepática a través de las Huestes del Plano de la Luz, en colaboración con la Fraternidad o Confederación Cósmica y Universal. Su difusión debe ser gratuita, ya que, nos pertenece a todos por derecho de nacimiento.

Estas seis historias, nos corresponden como legado mismo, habiéndose perdido su singladura a través de los tiempos. Para entender el conocimiento que nuestros Hermanos del espacio nos quieren transmitir, deben ser leídas ordenadamente.

Así mismo, quedan reservados los derechos al autor de la obra.

martes, 19 de octubre de 2010

Historia de Isa. IV

Capítulo 4.


     El cielo se había convertido en un tono amarillo, dorado y resplandeciente sobre el atardecer de Cirión. Hasta los colores parecen ser diferentes, es como el sabor de una fruta nueva, que nunca sabes como va a encajar en el paladar hasta que la pruebas. Desde afuera, se debe experimentar como una especie de atracción mutua, que sabes, que nunca termina de entenderse muy bien. Con ésto ocurre lo mismo, observas que de cuya paz y armonía, se hace notar en cada recodo del planeta. Allí, se podría respirar en aquellos días, una nueva forma de vivir que invitaba al descanso y a la reflexión. Recuerdo que cuando solía acabar las tareas de clase, me gustaba pasear por la parte trasera de la casa, por el jardín. Contemplaba las flores, las cuidaba, separaba sus hojas secas -si las hubiera-, diseminaba su polen para que haya relación sexual, regaba y realizaba otras tareas relacionadas con las mismas. Siempre me ha gustado mucho el reino vegetal y ahora; tenía la oportunidad de experimentarlo a fondo. A veces, venían amigos o amigas del centro educativo para salir o dar un paseo. Habían días, en los que no me apetecía salir. Me gustaba quedarme por el jardín, les invitaba a ello, aunque no me gustaban mucho las compañías. Entonces, se enfadaban conmigo y me miraban mal, pero no solía hacerles mucho caso. En otras ocasiones, mi madre también se enfadaba conmigo porque no la ayudaba lo que ella quisiera, como limpiar la casa, hacer algunos arreglos con la ropa, etc. Pero yo también demostraba tener mi genio, y hasta un fuerte carácter, especialmente, con lo que respecta a mi tiempo libre. Pero que al final, y en la mayoría de las veces, acababa haciendo caso a mis padres; realizando las tareas que me encomendaban. Como ya dije, en mi planeta no había demasiado mal. El mal viene, en la mayoría de las veces, por la falta de sabiduría. En la actualidad, aquí en Cirión, se ha trascendido mucho aquél lejano sentimiento de carácter fuerte, que se nos hacía notar con mucha facilidad. No solamente a mí sino, a todos sus ciudadanos. Hasta los movimientos de las personas, que eran mucho más bruscas hace cien años que en la actualidad de mi planeta. Ya se, que es un poco complicado creer, que hayan pasado cien años desde que nací, y sin embargo, mantengo toda mi longevidad a un equivalente de 25 años en la Tierra. Esto es debido, entre otras cosas, a que utilizamos la energía plásmica, que aquí no existe, y es nuestro maná o pan celestial. Pero no desesperéis, ya que, aquí también la utilizaréis, aunque; no sé cuanto tiempo deberá transcurrir hasta que esto ocurra, realmente lo desconozco.
     Mi primer viaje espacial, fué el último día de curso. Viajamos toda el aula, con los profesores del centro educativo. Y lo hicimos, como premio al haber superado las pruebas psíquicas y también, como adelanto a lo que habíamos llegado con nuestra evolución; estando así preparados para poder viajar por el espacio a más de la velocidad de la luz. Con un acto de desaparecer, circundantemente de nuestra realidad, por medio de la energía plásmica; fué un viaje de los más asombrosos que he tenido. Íbamos al sistema solar de Capella.
     -Allí se divisa la torre de control y el puesto de aterrizaje-. Nos dijo la maestra mientras nos inclinábamos por las redondas ventanillas que había en la gran nave circular y con techo abovedado.
  
     Fué un día maravilloso. Recuerdo el oscuro del espacio con todas sus estrellas, tornándose índigo con la aproximación de la luz que emanaba de las mismas. Llegamos a la aproximación de la super-nova de Capella, lo que para nosotros, era como un sueño hecho realidad. El planeta habitable, en el cuál nos hallábamos, recibía el mismo nombre que su sistema solar; Capella. Llegamos a tocar tierra, y ya nos estaban esperando. Salimos en fila y nos metimos en un vehículo descapotable con asientos para catorce personas. Nosotros éramos doce en nuestra nave, bautizada como Olympus. La claridad plateada de Capella, es realmente sensacional. Sus habitantes son como nosotros, es decir; humanos. La tez de su piel, varía desde el blanco, hasta el cenizo. Nosotros somos un poco más tirando a anaranjado, más o menos, como el color de vuestra piel. El vehículo funciona por presostator, su conductor, porta un casco plateado y negro, con auricular y visera transparente. El presostator consiste en una mezcla atómica, no contaminante, que permite que el vehículo se mantenga en el aire, sin la necesidad de soportar los baches ocasionados, cuando los vehículos tienen ruedas y están sometidos a su misma presión.
     Llegamos al lugar indicado en un momento, porque allí, el tráfico es muy fluido. Los vehículos, van a gran velocidad sin miedo a colisionar y sin ningún peligro, ya que, cuentan con sensores de aproximación que dan la situación exacta de donde se encuentran los vehículos más próximos al nuestro. Las viviendas, tienen una forma redondeada y con muchos espacios abiertos, es decir, que las ventanas son también las paredes de las mismas, formadas por una especie de plástico acrílico duro, pudiéndose ver su interior. A ellos, no les importa que les miren mientras están en sus casas. Los vehículos, son completamente descapotables porque allí; no hay corrupción, ni violencia, ni robos, ni nada por el estilo. De vez en cuando, hay algún lío nocturno, pero total; sin importancia. Somos gentes que nos gusta vivir en plenitud, con las mayores vivencias que os podáis imaginar. Las risas, es lo habitual, de nuestra forma de ser.
     El edificio al que nos dirigíamos era oblongo u ovoide, con ciertas aristas o vertientes redondeadas y dispuestas alrededor del mismo. Largas escaleras llevaban a su interior, hasta una gran puerta ovalada que hacia de entrada principal al recinto.
     Una vez dentro, fuimos ocupando los asientos, sobre un hemiciclo central, desde donde se daban conferencias, congresos, etc. En medio, una mujer esbelta, con el pelo recogido y que portaba un vestido de color naranja. Ella, nos habló durante algún tiempo de los últimos descubrimientos tecnológicos acontecidos en Capella. No puedo daros detalles de los últimos avances técnicos, sólo algunos indicios: Un aparato que servía para medir la radiación de ondas en los mensajes telepáticos, es decir, una mejoría dentro del ya conocido receptor de ondas. Servía para medir la radiación de ondas captados en los mensajes telepáticos. No los interpretaba, solamente; los medía, dando una aproximación de lejanía de la longitud de ondas captadas. Otro invento consistía en una especie de pistola de microsensores que servía para estimular la sabia de las plantas, pudiendo recuperarlas de cualquier deficiencia. Funcionaba con ondas fosforatadas y clorofílácticas.
     Cuando salimos de allí, era la hora de comer algo, y nos llevaron a un gran parque que se encontraba cerca del edificio de conferencias y congresos. Nos acomodamos, hurgamos en nuestras mochilas para sacar el alimento cuando un grupo de chicos nos vieron y nos dijeron algunas estupideces. Bueno, más bien, se trataba de elogios dulces y agradables, sin el menor indicio de acoso.
     Para finalizar el día, nos fuimos a un parque de atracciones en Capella. Realmente; fue un día inolvidable.

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