Después de haber vivenciado muchas experiencias del tipo extrasensoriales. Un amigo me ofreció unas hojas narranado en primera persona una experiencia relacionada con una súbita subida de energía propia de la elevación y que, a continuación narraré: Una experiencia muy similar a la que yo mismo experiemnté al terminar de escribir los seis libros que comoponen la saga.
Todas nuestras vivencias, buenas, malas y excepcionales suceden porque así fue previosto de antemano... Creemos erroneamente que son fruto de la casualidad, de la buena y mala suerte...
Nuestro ego inferior, nos hace creer que ciertas vivencias son íntimas y personlaes... por ese motivo, cuando algunas de ellas rompen con lo establecido, tendemos a recelar y desonfiar de aquel que lo cuanta abiertamente...
Lo que voy a narrar, entra dentro de lo excepcional, y comprendo, que es muy difícil llegar a entender que algo así pueda suceder realmente, ya que, muchos de los que lean estos párrafos, puedan llegar a pensar que sólo se trate del deloirio de un loco...
No existen palabras que pueda definir con exactitud todo lo que me aconteció. De todos modos, intentaré ser lo más fiel posible a mi vivencia.
Un gran resplandor me despertó. Envolvía toda la habitación, mientreas, mi mujer dormía placenteramente, ajena a aquel maravilloso espectáculo. Aquella luz, se manifestaba por todos lados y envolvía todo mi cuerpo, transmitiéndome una paz inconmensurable. Sentí como atravesaba todo mi cuerpo, volviendolo transparente. Podía ver todos los órganos, músculos, tejidos, tendones, huesos, etc. Todo con absoluta nitidez... Ahora, mi cuerpo parecía de ciristal, y a través del mismo, podía ver cada una de las células que le daban forma... El núcleo de cada una de ellas, no cesaba de vibrar y de inmediato me di cuenta, que mi viaje, lo guiaba yo mismo. Pero eso mo era lo más sorprendente: mis pensamientos también actuaban sobre los átomos de la materia que dan forma a nuestra realidad.
Las células se transparentaban -como ya he dicho-, dejé de ver mi cuerpo, pues ya no existía, sin embargo, estaba vivo. La luz, que en un principio era de un blanco intenso, se transformaba en infinidad de colores quie vibraban acompañados de la molodía más dulce y bella que jamás halla escuchado... Veía y oía sin ningún sentido físico, más todo era mucho mas real e intenso de lo que nuestra aparente consciencia podría registrar como real.
Los colores formaroin un túnel y algo tiró de mí con una fuerza tal, que parecía sobrenatural. Hasta que me detuve envuelto de una luz blanca más intrensa que la anterior. Podía sentir que esa luz estaba viva y que me transmitía un Amor inmenso e incondicional. Sentí que era parte de ella y que nunca nos habíamos separado... Ese sentimiento, me descoincertó un poco. Pero al instánte, todas las dudas, miedos y temores, habían desaparecido. Y todas las pregúntas habían sido contestadas...
Al fin lo entendí todo...
Comprendí que la vida de las formas había sido creada por nosotros. Comprendí, que eramos pensamientos y emociones que nuestra verdadera esencia proyectaba. Y comprendí, que nunca hemos abandonado nuestro verdadero hogar: La Fuente principal... La Luz...
La felicidad que me embargaba, era tan extraordsinaria que no podía dejar de reir. Reía sin un cuerpo físico. Sin una boca. Y esa risa, era tan intenesa y sincera que lo imprengaba todo con su benevolencia.
Me reía de todos los instántes de duda, de miedo, de sufrimiento y desesperación que había tendio lugar en cada una de mis múltiples vidas. Un millón de vidas, vividas en el dolor y sufrimiento, no son nada comparados con la felicidad infinita que nos espera al final de este viaje hacia deonde se halla la Luz.
Al encontrarme en la Fuente principal, pude experimentar cada una de mis vidas del plano físico como propias. No existía ningún tipo de separación ni limitación. Sentí que éramos DIOS. Sentí un AMOR verdaderamente infinito.
Al recordar, despertamos y al despertar, somos conscientes de nuestra verdadera esencia. Pues Dios, es la suma de todas nuestras consciencias superiores unidas.
Es inevitable preguntarse: ¿de qué sirve la vida física, si ya existimos en completa felicidad?. Al ser Luz, no hay nada con lo que poder comparar la felicidad eterna, por eso, que creamos la ilusión de la vida en todos sus planos. Cada uno de nuestros pensamientos, vibra creandolo todo, moldeando nuestra personalidad, y así, empezamos a recorrer el camino hacia la Luz desde el desconocimiento más ablsouto. Viendo y percibiendolo todo como un miesterio, sin ser conscientes, de que nosotros somos los cocreadores dentro del misterio de la creación.
Crecemos estando dentro de un cuerpo, teniendo una existrencia física. Nos rodeamois de cosas materiales en un mundo sumergido en un gran oceano llamado universo, y así, vida tras vida... Pero llega una vida, en la que Luis, Ana, Juan... despiertan en la Fuente principal y descubren que forman parte de una misma esencia. Han vivido miles de vidas para llegar a experimentar lo opuesto a la Fuente: la oscuridad. Para al final comprender que hasta la dualidad misma, forma parte de la ilusión y que sólo el Amor es lo realmente verdadero.
La esencia de lo que verdaderamente somos permanece inalterable. Cuando soñamos, conectamos con esa esencia, conectamos con la Luz. Y somos proyectados a mundos y realidades en donde todo es posible. Pero cuando despertamos, nos encontramos de nuevo en el plano físico, dando por hecho que lo soñado, no ha sido real. Y nos reconectamos a la vida física sin ser conscientes de que algunos sueños, nos muestran lo que realmente somos... La ilusión de la vida física nos hace creer que es tan perfecta que incluso, es capaz de hacernos dudar de nuestra propia divinidad.
No recuerdo cuándo regresé al cuerpo. Pero al levantarme, le conté a mi mujer todo lo sucedido, y ella, me dijo, que posiblemente todo había sido un sueño. Y si lo hubiera sido; ¿qué diferencia habría?. -Le pregunté.
No supo contestarme.
No importa si no crees nada de lo que he escrito, pues su mensaje, forma parte de ti. Es parte de todos y se encuentra en el internior de cada uno de nuestras almas. Esperando el momento adecuado para resurgir, para renacer, para despertar...
Lo verdaderamente importante, es que al final de este viaje, te reencuentres con tu verdadera esencia...
PUES TE REENCONTRARÁS CON LA LUZ Y EL AMOR QUE TU ERES.