Iniciamos una Era en la que muchos nos sentimos afligidos, aunque con cierta esperanza. Afligidos por unos acontecimientos: cada vez mas drásticos, limitando la capacidad humana de respuesta. No voy a entrar en política, pero me conformaré con que comprendáis la situación. Da la impresión de que los modelos ya no sirven, están caducos y que en consecuencia, hay que cambiarlo todo. Desde la sanidad, hasta la educación, desde la política y economía hasta el sistema de finanzas -encargado éste ultimo a las tareas propias de gestión en la creación del crecimiento económico, así como las divisas de una nación-. Sin embargo, vemos que el sistema se nos va de las manos, e intentar dar explicaciones e incluir todo, sería tanto nefasto como superfluo, pues para ello ya hay personas especializadas en cada sector de la vida.
Pero pondré un ejemplo para verlo mejor. Me remitiré al caso que ha habido en Conecticut, EE.UU, donde Adam, un joven comete un homicidio en masa, llevándose la vida de 27 personas. Las autoridades nos informan que Adam es autista, es decir, un ser solitario, tímido, un tanto reservado. Sufrió el desenlace de sus padres, rompiéndose con ello el lazo familiar que los unía. Sin embargo, este niño, sufre un trastorno de personalidad y motivado por una especie de ansia de venganza, decide tomar cartas y comete el atroz incidente -hace tan solo unos días de ello-, llamando la atención de los medios de comunicación. ¿Acaso no era ese su propósito, incluso quedando él mismo al margen de los hechos, es decir, sin importarle lo que ocurrirá con su vida a raíz de lo acometido?.
La medicina, ha tardado muchos miles de años en llegar a lo que hoy día conocemos y disponemos, y por mucho que cambien los tiempos, todavía sirven sus pronósticos, así como los estudios clínicos que se deriven de su experiencia. Pero cuando lo tienen todo hilado y analizado, se expedienta en un caso clínico, y cuando no se puede hacer más, se intenta paliar las dolencias con química. Es aquí donde creo que surge el problema, porque nos hemos acostumbrado a solucionar nuestros problemas aplicando la química cuando ya no hay solución. Así hemos llegado a contaminar y degradar el medio ambiente, no solamente la salud de personas y animales, sino de la fauna y flora del planeta.
Adam es un niño, como otros tantos, de los llamados índigos y que, han venido a mostrarnos algo, una parte aplicable de una realidad dentro de un Todo. Pero los otros niños, ven en él una amenaza, producto a su vez, del sistema de competitividad, su ego tiene que lidiar con la de otros egos no tan favorecidos, pero influyentes por la condición evolutiva de nuestros tiempos. Esta falta de atención, comprensión y amor producidas por la ignorancia, llevan a muchos seres inteligentes al rechazo, ridiculización y marginación.
¿Hasta cuándo durará esta mal sana estupidez?. Para nuestros Hermanos Mayores somos como niños. Ellos no conocen el futuro, aunque entiendan mejor sobre las causas y efectos de lo que nosotros nos podríamos imaginar. Yo entiendo que los adultos no somos muy diferentes a los niños, y que sí aquí hay seres que tienen que dar a conocer algo, demostrarlo y ponerlo en práctica, será mejor que se haga a las buenas, porque aquí henos venido para esto. Para dar a conocer algo, cada uno de nosotros. Es por ello, la importancia de colaborar juntos, desde el amor, conociendo los efectos y las causas que hay detrás de cada acto.
Aquí venimos a hacer realidad un sueño, que es el hecho de colaborar para hacer entre todos un mundo más justo, sano y armónico. Y entre Todos podemos hacerlo.
Aquí venimos a hacer realidad un sueño, que es el hecho de colaborar para hacer entre todos un mundo más justo, sano y armónico. Y entre Todos podemos hacerlo.
Tomar consciencia significa tomar parte de un proyecto único y verdadero que nos haga ser dignos de nuestra condición como hermanos e Hijos de un sólo Ser, que nos mantiene y motiva en cada momento de nuestras vidas.
Cuando el mal ya está hecho, no hay vuelta atrás, pero sí marca un precedente para el resto de la vida. Seamos conscientes y consecuentes con nuestras acciones...
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