Significado:

"Ahora mismo, el ser humano, debe hacer un gran esfuerzo en comprender y aceptar los fundamentos por el cual, la energía sigue su propio proceso; el proceso del pensamiento. Pues como ya hemos visto, parece ser, que no solamente la Tierra es una escuela en donde nosotros vivimos, sino que, además, es la galaxia el lugar por el cual, los seres que procesan dimensiones perfectas, aprenden y se desarrollan, investigan, viven, aman, mueren y se transforman, intentando adaptar su forma física a mayores y mejores formas por donde la luz, se pueda manifestar cada vez con menores inconvenientes".


Hulupa D´hära VI. Adhams y la doncella.

Los libros Hulupa D´hära, son el producto de la canalización telepática a través de las Huestes del Plano de la Luz, en colaboración con la Fraternidad o Confederación Cósmica y Universal. Su difusión debe ser gratuita, ya que, nos pertenece a todos por derecho de nacimiento.

Estas seis historias, nos corresponden como legado mismo, habiéndose perdido su singladura a través de los tiempos. Para entender el conocimiento que nuestros Hermanos del espacio nos quieren transmitir, deben ser leídas ordenadamente.

Así mismo, quedan reservados los derechos al autor de la obra.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Presente: Un compendio de consecuencias encadenadas.


                                         Castillo de Alaquàs.

Se le denomina "presente" al  conjunto de sucesos que están teniendo lugar, así como la acción presente del momento.  Pero si profundizamos bien, podemos llegar a la conclusión de que el presente está formado por un compendio de consecuencias encadenadas a través del tiempo. A continuación, voy a narrar una experiencia que tuvo lugar el 8 de Febrero del 2003, y que, en muy pocas ocasiones he tenido la oportunidad de contar.

Ése día, fue mi primer día de trabajo como vigilante. La empresa me envió a un servicio de doce horas al interior del Castillo de Alaquàs en Valencia. El castillo esta situado en el mismo centro del pueblo, pues no tuve demasiada dificultad para encontrarlo.

Cuando llegué al Castillo, ya de noche, me presenté al compañero de servicio y tras ponerme al corriente de mis obligaciones se marchó, quedándome sólo en aquél día de mi primer servicio. Hablé con las mujeres de limpieza, las cuales, estaban finalizando su jornada. En nuestras conversaciones, me enteré que el Castillo había permanecido mucho, mucho tiempo atrás, cerrado, desde la guerra civil hasta nuestros días y que, estaba todo en perfectas condiciones. Aquello, fue para mí, como un sueño hecho realidad. Simplemente, la posibilidad de explorar un espacio antiguo y en perfecto estado, era algo que me ponía la piel de gallina con solo pensarlo. 


Emblema de la Orden de Calatrava.

Al dar mi primera ronda de reconocimiento, vi una pequeña placa metálica en la que se observaba al Maestro Jesús con el corazón al desnudo, emanando luz y con cierta expresión benévola. Dicha placa, detrás de una puerta interior rezaba lo siguiente: "Dios guarde este lugar y bendiga a todos sus habitantes". Este tipo de placas o estampas, se siguen empleando en la actualidad en pueblos y aldeas. También, vi las cuatro torres, así como las mazmorras del castillo, en donde las cadenas para los reos, todavía colgaban de las rocosas y húmedas paredes. Todo parecía permanecer como si el paso del tiempo no hubiese afectado su estado. Había también, otra placa en la que se hacía referencia a la inauguración del mismo Castillo de Alaquàs, al principio del siglo XVI. Cuya finalización de obra, fue comandada por un miembro de la Orden de Calatrava, y de cuyo título nobiliario era el de Conde de Alaquàs. Y digo esto, por que la misma estructura, así como el diseño, contaba con un estilo marcado en lo devocional, práctico y estructural de la época. La Orden de Calatrava, dicen que fue fundada por algunos antiguos miembros, que habían sobrevivido procedentes de la famosa Orden del Temple.


Una experiencia mística:

Cuando ascendí a la planta superior, pude observar la delicadeza de otros tiempos, y después de dar algunas vueltas y bien entrada la noche, digamos que ya estaba completamente sintonizado al mismo lugar. Parecía, que allí no hubiese transcurrido el tiempo: Techos de madrea, ventanas que incluían bancos para sentarse a ambos lados de la misma, cuadros, mesas y sillas. Es decir, toda gama de mobiliario antiguo: reclinarios, pinturas, cuadros con motivos religiosos, etc. Sala, tras sala, llegué a la zona más alta del Castillo. Di con algunas habitaciones cerradas con llave y que, a través de la cerradura, pude observar que se trataba de las reducidas alcobas destinadas a la servidumbre. Volví a bajar una planta. En una sala, una gran chimenea colgaba del techo. Luego, observé una puerta que me llamó la atención por su sencillez. Dicha puerta, se hallaba abierta. Al abrirla, me envolvió un aroma a incienso proveniente de su interior. ¿De dónde venía dicho aroma a incienso?. ¿Me hallaba realmente sólo?. Lo más llamativo fue observar que frente a mí, en la oscura habitación, se disponían unos peldaños que ascendían a un piso superior. 
Con la seguridad de un valiente guerrero, fui lentamente ascendiendo los peldaños. Dichos peldaños me recordaron a los niveles de conciencia modulados en las prácticas de meditación, previamente experimentadas en yoga, hacía de ello, unos diez años atrás al 2003 -momento de la experiencia-. No sabía lo que me iba a encontrar allí... Cuando llegué al ultimo peldaño; lo vi claro. Me hallaba ante una especie de palco interior a una iglesia. Los candelabros encendidos y dispuestos a lo largo de la estancia, a ambos lados, ofrecían un lugar bien conocido por muchos de nosotros. Se trataba de una iglesia, con sus pinturas, bóvedas, bancos de madera y al final de la misma, frente a donde me hallaba; el altar.

Fue una experiencia, tanto gratificante, como embaucadora. Pero las sorpresas no terminaron allí. Luego, en el patio y abierto a la sensibilidad, escuché voces que parecían provenir de las mismas rocas. No me cabía ninguna duda de que las voces venían del interior. Además, dichas voces e impresiones, fueron registradas por mi ser como algo análogo al tiempo y la sensibilidad que el alma hace en sintonización con la vida. Creo que conecté con las rocas a un nivel extrasensorial "átmico". Para entendernos; a un nivel atómico, y dichas impresiones, parecían responder a mis peticiones. Quería saber algo más de nuestro pasado, algo, que todavía al día de hoy, me apasiona a la vez que me intriga. El olor del lugar a leña quemada, sal y sudor, me transportaba a otro tiempo. Un tiempo en donde se vivía con devoción y temor a lo desconocido. 

Pero gracias a los seres que como yo, sintonizan con las sensaciones de un lugar, se pueden obtener impresiones, imágenes, voces y hasta música antigua. 

Esta es la realidad del mundo, de las sensaciones, de lo sensible, de la intuición y correlación magnética. Es decir, por correspondencia, afinidad, frecuencia, colores, etc. Lo que se desprende, es que no hay lugares del todo mágicos, sino personas sensitivas. Los lugares, por sus acontecimientos, pueden llegar a ser más o menos célebres o pueden tener cierto poder por su magnetismo geotérmico u arquitectónico, pero los acontecimientos los hacen las personas. No nos equivoquemos. Siempre ha sido así y siempre lo será. Las personas innovamos, culturizamos y nos dedicamos en cuerpo y alma al servicio de los demás.  


Desde mi ser, os animo a que practiquéis meditación, que aprovechéis este preciado momento presente para practicarlo. No temáis, más bien agradecer la oportunidad que la vida nos brinda.



Hoy por hoy, el Castillo está abierto al público. http://castell.alaquas.org/
   

1 comentario:

  1. Gracias a nuestros colaboradores, ahora podemos escuchar aquella canción producto de la experiencia de mi único día de servicio en la noche del 7 al 8 de Febrero del 2003.

    Corte 2: Una carta de amor. 4:07

    Swang Wood: Composición, guitarras, bajo, voz y ritmos.

    http://www.Hulupadhara.com

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