Significado:

"Ahora mismo, el ser humano, debe hacer un gran esfuerzo en comprender y aceptar los fundamentos por el cual, la energía sigue su propio proceso; el proceso del pensamiento. Pues como ya hemos visto, parece ser, que no solamente la Tierra es una escuela en donde nosotros vivimos, sino que, además, es la galaxia el lugar por el cual, los seres que procesan dimensiones perfectas, aprenden y se desarrollan, investigan, viven, aman, mueren y se transforman, intentando adaptar su forma física a mayores y mejores formas por donde la luz, se pueda manifestar cada vez con menores inconvenientes".


Hulupa D´hära VI. Adhams y la doncella.

Los libros Hulupa D´hära, son el producto de la canalización telepática a través de las Huestes del Plano de la Luz, en colaboración con la Fraternidad o Confederación Cósmica y Universal. Su difusión debe ser gratuita, ya que, nos pertenece a todos por derecho de nacimiento.

Estas seis historias, nos corresponden como legado mismo, habiéndose perdido su singladura a través de los tiempos. Para entender el conocimiento que nuestros Hermanos del espacio nos quieren transmitir, deben ser leídas ordenadamente.

Así mismo, quedan reservados los derechos al autor de la obra.

martes, 14 de septiembre de 2010

Los acontecimientos de la vida. -Una forma rápida de comprender nuestra existencia.

19/02/99


     Todo lo relativo a contener vida interna, es susceptible de cambio constante en su ciclo correspondiente. En el caso del ser humano, lleva muchas vidas intentando acomodarse lo mejor que puede a las nuevas influencias cósmicas. Una prueba de ello, son los avances técnicos estructurados en complejos sistemas.


     Como todos venimos de la misma fuente, en el momento en que el embrión deja de serlo para convertirse en un ser; comienza un proceso de aprendizaje, a nivel del inconsciente, ya que, es la herramienta que mas tarde, emplearemos para aprender y comprender en la vida. De otra manera, no sería posible tal aprendizaje. Ello nos dará el carácter innato del ser.


     A medida que vamos evolucionando, vamos cambiando los resortes fundamentales o pilares estructurales, en el campo de acción de nuestros ideales, que soportan el carácter de cada persona.  De ahí os viene, el porque de unas personas envejezcan mas rápidamente que otras, porque les falta matizar el carácter por medio de los pilares estructurales, que nada tiene que ver con los cánones establecidos en cada ser o en su personalidad. Estos resortes son cambiantes, de igual manera que uno cambia de prenda de vestir, lo hacemos en muchas ocasiones inconscientemente o como hábito, sin apenas apreciar cierto hábito.


     La misión del hombre en la tierra, es conocerse como parte de un absoluto, y de ver a los demás como auténticos hermanos de una Gran Familia. Hasta que el hombre no aprenda a diferenciar de sus propias experiencias y las experiencias de sus hermanos, mientras no se mantenga ligado a ningún credo o pauta de comportamiento, sino que, simplemente, a compartir con él cualquier cosa que se tenga; no se hará posible el cambio que nos llevará a confiar en la tierra y en el cosmos, como parte integrante de nuestra existencia, y de nuestra razón de ser y de vivir.


     Así pues, estemos dispuestos a compartir nuestras riquezas, nuestras experiencias y nuestros anhelos unidos con los demás, porque nada puede fallar. Al igual que nada puede parar la evolución en todo el cosmos. Enseñemos a nuestros hermanos menores, a andar sobre grava, sobre arena y sobre roca, con el fin último, de servirnos unos a otros al Gran Plan Divino, de acción, de paz, de amor y de libertad.


     No nos enredemos, hagamos sencillo lo difícil. No nos preocupemos por el futuro, porque él es por si sólo esperanzador.


     Las palabras por sí mismas; no dicen nada. Hace falta comprenderlas bien para poder valorarlas. Estemos dispuestos a aceptar las cosas como son y, poco a poco, profundizar en las vivencias personales para aprender de ellas, sabiendo que todo es susceptible de cambio. Solo nuestro pensamiento, gobierna el sentido de las cosas. Solo nosotros tenemos el poder y la inteligencia para hacer lo que nos propongamos. Pero hagamos las cosas con sabiduría, sabiendo bien donde nos hemos equivocado, para evitar repetir la misma lección. No es suficiente con poseer buenos pensamientos, sino que, hay que combinarlos con buenas intenciones, e incluso con buenos sentimientos, para que las acciones; queden bien establecidas gracias a una animada voluntad.


     Recordar como fin último, que si un árbol está sano; sus frutos son consecuentemente sanos, fuertes y vigorosos. El fruto de nuestras acciones, también puede serlo.


                                        
                                                                                                  ANDARK.



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