07/02/99
Se ha oído decir muchas veces, que lo que realmente importa es aprender. Da igual, de la forma o el tamaño, o gravedad del aprendizaje, lo importante es aprender.
Si no hay aprendizaje, tampoco hay evolución. La evolución tiene su contexto análogo en la experimentación, del objeto en la experiencia. Un hombre que no quiere aprender, tendrá que ponerse a prueba en el momento que menos se lo imagine, y aprenderá quiera o no. El hombre que es avaro, que solo piensa en enriquecerse, solo aprenderá las reglas de como hacerlo, pero perderá todo una serie de oportunidades satisfactorias para enriquecerse interiormente.
La carencia de bienes materiales, no indica que una persona sea menos lista que otra, solamente el necio encuentra su satisfacción en los bienes materiales. Pero igualmente, se estará engañando inútilmente y sus esfuerzos, se verán reducidos a no poder realizar nunca sus objetivos materiales, porque nunca satisfacerá sus deseos.
La sabiduría nos enseña a vivir siempre por el bien común y con la preocupación constante del bienestar mutuo. Es ahí, donde uno puede encontrar su verdadero equilibrio armónico y en consecuencia, su identidad biológica responderá de forma efectiva hacia la perfección material de su propia síntesis.
Lo que verdaderamente tenemos que aprender de la materia, es a transformar su espacio en luz. La materia nuestra propia, es la que tenemos que conocer y hacer que responda hacia la influencia de la luz espiritual. No olvidemos que todo tiene su recompensa, aunque la recompensa que nos llegue no la recibamos en ésta tierra.
El que quiere un esclarecimiento de ideas para una buena armonización interior, no tiene mas que conocerse bien, aprender de sus propios errores, y continuar el camino en solitario. Cada uno de nosotros, lleva una vida particular interior, que es diferente a la de los que nos rodean, pero sabiendo que los intereses tienen que ser comunes. La apariencia externa, es lo de menos. Aunque nos creamos que atraigamos a mas gente aportando una nueva imagen, no hacemos mas que engañar y enredar mas la madeja, porque no es así. Por eso, hay que tener claro, que lo mas importante en la armonización, es la sintonización con uno mismo. el reconocimiento de uno mismo, y su participación en la sociedad.
Cuando expandimos nuestra luz interior, estamos abriendo nuevos canales, estamos esclareciendo nuestra oscuridad interior, estamos en consecuencia; sutilizando nuestro cuerpo vital, para una mayor propensación a a adquirir nuestros objetivos en la vida, que no son, ni mas ni menos; que buscar el equilibrio biológico como una fuerza mayor que nos impulsa a vivir, reconocerlo y vivir con ello, sin apartarnos de nuestra fuente original.
A medida que vamos aprendiendo en la escuela de la vida, estamos por un lado, enriqueciéndonos con nueva información, y por otro lado, dejamos las viejas estructuras o esquemas antagónicos, que nos sirvieron en un momento determinado, pero que ahora, no tienen su finalidad en la forma de nuestra nueva identidad.
A medida que pasa el tiempo, os daréis cuenta de lo innecesario que es el sufrimiento en nuestras vidas, y en consecuencia, la importancia fundamental que tiene el hecho de que todo el género humano, tenga para su propia subsistencia. Si no fuera así, difícil sería el avanzar en un mundo pesado de mover, en la intolerancia y la desavenencia. Con el esfuerzo constante de luchar por la supervivencia, sin el mínimo apoyo posible. Esto amigos míos, tiene que desaparecer del género humano, porque es lo que os frena la evolución. No a uno, no a un grupo determinado de personas, sino, a todos los que conviven en el planeta. Es importante, que este tipo de información, se de a conocer y de literalmente la vuela al mundo.
La comunión que hablan algunas religiones en tu planeta, cosiste en ésto mismo; en la comunicación interna de uno mismo, para conocerse mejor, y estar bien sin necesidad de sufrir, ni hacer sufrir a los demás.
Cuando estáis armónicos con vosotros mismos, experimentáis un enriquecimiento vital que a nivel espiritual, os abren las puertas de la felicidad, conocéis la inmortalidad del ser, y os alimentáis con el prana de vida que ilumina vuestro organismo, éste, demuestra su correcto funcionamiento. La vida fluye, no hay enfermedad. Gracias a vuestra propia luz, hacéis que otra luz mas grande os ilumine el sendero. Entonces, encontráis sentido a vuestras vidas y participáis en el cumplimiento del Plan Divino para éstos tiempos.
ANDARK.
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